El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa descartó presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos por los hechos que derivaron en su desaparición el sábado 27 de abril.
A más de 10 días de los hechos, a través de un comunicado, el jerarca de la Iglesia Católica habló sobre el tema, en el que, además, dijo que perdona a quienes le hicieron daño.
En ejercicio de mis derechos constitucionales, no presentaré ninguna denuncia contra las personas que tanto mal me han hecho. Y pido a los medios de comunicación me comprendan y respeten mi decisión encaminada al bien de mi seguridad e integridad física y moral, señala el escrito compartido en los canales oficiales de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) la mañana de este miércoles.
¿Qué pasó con el obispo Salvador Rangel?
Salvador Rangel fue reportado como desaparecido el lunes 29 de abril por la CEM; horas más tarde fue localizado con vida al interior del hospital general de Cuernavaca, Dr. José G. Parres.
Desde entonces, comenzó una serie de declaraciones sobre los hechos tanto por parte de las autoridades de la Fiscalía, del Ejecutivo y hasta de la misma Diócesis de Cuernavaca.
El lunes 29 de abril, el fiscal morelense, Uriel Carmona Gándara acudió al hospital donde fue localizado el prelado para “corroborar la identidad del obispo”. Ahí declaró que la línea de investigación que manejaría la Fiscalía a su cargo sería por posible secuestro exprés.
Se investiga la posibilidad de que Rangel Mendoza haya sido víctima de algún secuestro exprés, donde pudieron haberle privado de algunas cantidades de dinero en cajeros automáticos. Esa es la línea que estamos ahorita trabajado.
Esa misma noche, el obispo fue dado de alta del hospital general para ser trasladado a un hospital privado, donde permaneció hasta la noche del 2 de mayo, cuando fue trasladado a su casa, en el municipio de Jiutepec.
El martes 30 de abril, el entonces abogado del obispo Pedro Martínez Bello dijo que el prelado católico había sido drogado para ser despojado de sus pertenencias. Reconoció que se encontraba bajo los efectos de lo que podría ser cocaína y se mantenía en recuperación.
Obispo da positivo a cocaína y benzodiacepina
Un día después, el 1 de mayo, se dieron a conocer los resultados del examen toxicológico que le practicaron al obispo, en los que dio positivo a cocaína y benzodiacepina. Asimismo, un documento del área de Trabajo Social del hospital general dio cuenta que el prelado había sido localizado en la habitación de un hotel ubicado en el poblado de Ocotepec, al norte de Cuernavaca.
Hechos que confirmó el 2 de mayo el comisionado de Seguridad de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros.
Hasta donde sabemos entró voluntariamente al hotel con una persona del mismo sexo que después se retiró, pero es todo lo que sabemos. Fuimos a pedir información, pero ya había llegado la Fiscalía y no se nos permitió; hay evidencias, pero ya se las dimos a la Fiscalía.
A las expresiones de Ortiz Guarneros se sumó el gobernador interino de Morelos, Samuel Sotelo Salgado, quien dijo que no se tenían datos objetivos sobre un secuestro exprés; sin embargo, en reiteradas ocasiones dijo que sería la Fiscalía la encargada de las investigaciones.
La Diócesis de Cuernavaca se pronunció al respecto una semana después, el domingo 5 de mayo. Durante la homilía dominical, el obispo de Cuernavaca y secretario general de la CEM, Ramón Castro Castro, dijo que el caso de Salvador Rangel tenía la característica de una persecución política y lamentó que se estuviera utilizando para dañar la autoridad moral de la Iglesia Católica.
Daremos con los responsables: fiscal
Este miércoles 8 de mayo, minutos antes de que la CEM emitiera el comunicado firmado por Monseñor Salvador Rangel, el fiscal de Morelos declaró que la Fiscalía haría lo que tendría que hacer y daría con los responsables.
"Hay material de videos, de entrevistas, de testimonios, de inspecciones en los sitios. Pero pues es parte de la carpeta. El Ministerio Público tiene restringida esa información, lo importante es que no se genere más polémica".
Minutos más tarde, el obispo emérito dijo que no presentaría una denuncia por los hechos.
“Con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como a aquéllos que me han revictimizando producto de la desinformación”, señala el comunicado.
El texto concluye agradeciendo a las autoridades legales y eclesiásticas su colaboración en el caso, así como a todas las personas que “hicieron oración por mi vida y por mi pronta recuperación”.