No fueron suficientes las reparaciones que se hicieron al muro del kilómetro 84+300 en el Paso Exprés de Cuernavaca, pues el carril de baja con sentido al sur empezó a fisurarse y hundirse con el paso del tiempo, así que este miércoles inició una nueva compostura en esa zona.
Fue en junio del 2019, a dos años de haberse inaugurado la vía rápida, cuando la base se partió en dos debido a las filtraciones de agua en el terraplén, es decir, a la orilla del camino. En ese entonces solamente se apuntaló con un poco de cemento y varilla.
Pero poco a poco la naturaleza volvió a provocar estragos en el carril de baja, a unos metros de la salida a la colonia Antonio Barona, por la avenida Ahuatepec, se abrió una grieta en el pavimento que después fue fracturando cada vez más el suelo.
Así que este miércoles, como parte de todas las reparaciones que se hacen al Paso Exprés, un grupo de trabajadores comenzó nuevas labores en el kilómetro 84+300 para reparar esa falla.
En el terraplén o base del carril de baja se están colocando grandes estructuras de metal clavadas a por lo menos tres metros de profundidad para soportar la tierra que se ha ido socavando debajo del concreto hidráulico.
Esto provocó que dos carriles, de los cinco que existen en esa zona, justo a unos metros del inicio de los confinados con dirección al sur, se mantengan cerrados y que nuevamente la vía rápida registre por ratos tránsito pesado.
Hasta ahora se desconoce cuándo concluirán las remediaciones y cuánto más costarán para que la obra en la que se erogaron más de dos mil 200 millones de pesos, pueda al fin ser funcional.