Sobrepoblación y la recomendación de la construcción de un nuevo centro, son parte de los resultados del Diagnóstico Estatal de Reinserción Social (DERS) 2020 que presentó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHM), Raúl Israel Hernández Cruz.
Hernández comentó que este año se evaluó la aplicación de medidas para protección y atención de la pandemia, encontrando que todos los centros mostraron una atención deficiente.
Este diagnóstico es un instrumento de evaluación anual que realiza la CDH, que permite conocer la situación y condiciones que imperan dentro de los Centro de Reinserción Social en el estado, valoración que se hace bajo una perspectiva de respeto de los derechos humanos.
Se visitaron los cinco centros de reinserción social del estado, así como el Centro de Ejecución de Medidas Privativas de Libertad para Adolescentes (CEMPLA) en dónde se aplicaron tres instrumentos, primero se entrevistaron a las autoridades responsables del centro, en segundo lugar se practicó un cuestionario a una muestra significativa de las personas privadas de su libertad y en tercer lugar observaciones y evaluaciones efectuadas por el visitador; además de que se recabo evidencia fotográfica de uno de estos lugares.
Además se evalúo la profesionalización y capacitación del personal de seguridad y custodia en materia de derechos humanos, uso de la fuerza, protocolos de actuación, reprobando en este sentido el Centro Varonil, Femenil, el de Cuautla y el de Jojutla, mientras que obtuvieron una calificación deficiente el de Jonacatepec, y el CEMPLA.
Los centro de reinserción social obtuvieron las siguientes calificaciones: Centro Estatal de Reinserción Social “Morelos” en Atlacholoaya obtuvo 5.44; el Centro femenil de Reinserción Social de Atlacholoaya 7.46; Centro Distrital de Cuautla 5.57; el Centro Distrital de Jojutla 6.49; y el Centro Distrital de Jonacatepec 6.56; mientras que el CEMPLA 7.84.
Asimismo, refirió que en cada centro de reinserción social se documentaron los hechos de riñas, heridos, fugas, suicidios, muertes violentas, muerte accidental, decesos por enfermedad, protestas, motines, personas con VIH y la población en general.
Destaca que en el diagnóstico se contabilizaron en total cuatro riñas , ocurridas en tres centros; hubo un total de 30 heridos, 20 en el centro varonil de Atlacholoaya, seis en el Centro de Cuautla y cuatro en el Centro de Jojutla; un total de 18 muertes violentas, 17 en el centro varonil de Atlacholoaya y uno en el Centro de Jojutla. En total tres suicidios, todos ocurridos en el centro varonil de Atlacholoaya.
El ombudsman confirmó que se siguen repitiendo las mismas fallas, siguen sin atenderse las medidas que sugirieron desde el primer diagnostico, correspondiente al año 2019, “ahora en el 2020 no hay un cambio significativo que les permita establecer que se ha mejorado, sobre todo en lo que tiene que ver con la sobrepoblación de al menos de 3 de los centro de reinserción social a cargo del estado; por mencionar, el más grave que es el Cuautla que tiene una capacidad instalada para 221 personas en total, y en la realidad, en las fechas que se realizaron las diligencias, se encontraban 634, es decir, se presenta una sobrepoblación de 287 por ciento”.
Mientras que el Centro de Jojutla tiene una capacidad instalada para 156 personas y en la realidad permanece 477, lo cual equivale a un 305 por ciento de su capacidad.
Ya con un menor porcentaje, pero está sobrepoblado el Centro Varonil de Atlacholoaya con una capacidad instalada para mil 997 personas, en la realidad alberga a 2 mil 276 personas.
Indicó que esta sobrepoblación ya de por si es grave y preocupante, y a lo cual se suma el bajo personal de custodia que se tiene para mantener condiciones de gobernabilidad al interior de estos centros.
“Son muchas las personas privadas de su libertad y que en promedio tiene a un solo custodio para estas tareas de orden, en el Centro Varonil de Atlacholoaya se tiene a un custodio por cada 27 personas privadas su libertad; en la cárcel distrital de Cuautla se tiene a un custodio por cada 25 personas privadas de su libertad y en Jojutla a un custodio por cada 19 personas privadas de su libertad” expresó.
Indicó que la sobrepoblación y el bajo número de personal de custodia produce una situación de alarma y de permanente riesgo, que puede derivar en tragedias como las que ya se han vivido al menos en Atlacholoaya, producto de riñas, motines, intentos de fuga, y situación que ponen en riesgo la integridad, la vida y el sistema de reinserción social en su conjunto.
Asimismo, la CDHM recomendó además e tomar en cuanta los aspectos antes mencionados, también el tema de salud, y la necesidad de contar con otro centro de reinserción nuevo para una mejor distribución de las personas privadas de su libertad.
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