En la colonia Zapata, en Jojutla, la zona cero del sismo del 19 de septiembre aún registra robos contra los damnificados, ante la vulnerabilidad que impera en la seguridad de sus predios y sus viviendas, les roban hasta el material de construcción que dejan en la calle.
Los damnificados de la colonia denunciaron que las casas “nuevas” que han entregado no tienen canceles, por lo que amantes de lo ajeno han entrado a robar, lo mismo en las casas de campaña que en los patios donde no hay bardas ni portones que delimiten la propiedad. Por lo que sus habitantes padecen constantes robos.
Amada Moran Brito, quién en el sismo perdió su casa de dos plantas, agradeció el apoyo de la fundación Proyecto Esperanza; “porque no he tenido apoyo más que de mis hermanos, hemos estado luchando para poder tener esto”, dijo en torno al trabajo de reconstrucción de su casa.
“El día de hoy me pusieron mi cortina y mi portón lo tenía abierto, estaba a la deriva de que cualquiera se metiera, porque ahorita se están metiendo las personas a las casas a robar”, reveló.
Expuso que ya se metieron a la casa de su vecina, no sólo a robar, a dormir, al externar su temor de que se metan a su casa y les hagan daño, comentó: “De aquel lado también se metieron y la policía no se da cuenta, pero se metieron".
Reconoció que estaban seguros de que ya había pasado lo peor, sin embargo, relató que “al principio estuvo muy feo, porque todo mundo venía a robar, todo mundo venía a ver y robaron sin hacer conciencia de la situación que imperaba; la verdad no sé si fue gente de aquí, porque a mí me robaron todo lo que fue de la bodega y nunca me percaté de quién fue, ni de dónde vinieron”.
Asimismo, relató que su perrita chihuahua que quedó atrapada entre escombros de su casa, la rescataron cinco días después; pero “salió viva al levantarse los escombros”, señaló.
Sin embrago, mencionó que fue atropellada hace unos días y murió, ella se reprocha que se salió porque no tenía puerta y el terreno no está bardeado, además fácilmente se iba con los vecinos.
Amada Morán aún paga la mano de obra que cada vez es más cara, pero agradeció al arquitecto José Luis Hernández Bañuelos del Proyecto Esperanza; “Gracias a él porque ha sido un Ángel para todos nosotros” agregó, ya que ella no recibió apoyos ni de Fonden, ni del Estado.