El entorno violento en el que las infancias y adolescencias se desarrollan ha propiciado que cada vez sea más común que menores de edad se unan a las filas del crimen organizado o realicen actividades delictivas.
“Si ellos todo el día están escuchando que hay muertes, hay violencia en su entorno, cantan canciones que hablen de violencia y empoderamiento a través de esta y están jugando videojuegos dónde se observa el deseo de la privación de la vida, pues claro que ellos tienen en su desarrollo adolescente esa validación y consideran que eso es algo positivo”, dice Adriana Pineda Fernández, magistrada propietaria del Tribunal Unitario de Justicia Penal para Adolescentes (TUJPA).
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En entrevista para El Sol de Cuernavaca, reconoció que, de acuerdo con los datos judicializados con los que cuentan, se ha visto reflejado una mayor participación de los adolescentes en actividades delictivas, incluida la privación de la vida.
“La incidencia de los casos que tenemos judicializados en el Tribunal nos ha marcado efectivamente esa tendencia al incremento de la participación de adolescentes de mayor impacto, como portación de arma de fuego, delitos que atentan contra la vida como homicidios, homicidios en grado de tentativa, feminicidio”.
En este sentido, Pineda Fernández sostuvo que es necesario observar dónde es que se están desarrollando los jóvenes, qué es lo que ven, con quién conviven.
Tenemos que ver el entorno en el que nuestras infancias y adolescencias se están desarrollando; esa es una de las causas fundamentales por las que ellos participan en este tipo de conductas delictivas”.
El caso de Maximiliano “N”, un joven de 16 años, señalado de presuntamente participar en el asesinato de un elemento de la Policía Industrial Bancaria y Auxiliar (PIBA), en Cuernavaca, y horas más tarde en el crimen de otro hombre de oficio taquero en Temixco, el pasado lunes 15 de julio, ha encendido las alertas de las autoridades y llamado la atención de la sociedad.
Desde el 10 de junio, Maximiliano había sido reportado como desaparecido por sus familiares, por lo que la Fiscalía General del Estado emitió una ficha de búsqueda para dar con su paradero; sin embargo, las cámaras de vigilancia de un establecimiento pudieron captar el momento en el que, junto con dos personas más, la mañana del lunes 15 de julio, ataca a balazos a un elemento de la PIBA, su madre lo habría reconocido en ese video que circuló a través de varios medios de comunicación y las redes sociales.
Pineda Fernández considera que aquellos menores que se involucran en conductas delictivas fueron privados de alguna manera de sus derechos fundamentales, como una familia, ir a la escuela, e incluso alimentarse bien, entre otras.
“Generalmente podemos observar que tienen como antecedente la violación de muchísimos de sus derechos, como pudieran ser los fundamentales, como una vida en familia, de ir a la escuela, que tengan una alimentación adecuada, que en su comunidad y su propio hogar estén libres de violencias”.
'El Ponchis', un caso que no se olvida
El caso de Maximiliano nos hace trasladarnos al año 2010, con la detención de “El Ponchis”, un adolescente que se inició en la vida criminal a corta edad y que fue detenido con 14 años en Jiutepec. Se le conoció además como “El Niño Sicario”.
“Nosotros tuvimos en Morelos un caso que tuvo una trascendencia internacional ya de hace más de 10 años, donde supimos de otro adolescente expuesto y cuestionado y que nadie se preguntó cuáles fueron las condiciones para involucrarse en estas cuestiones y hoy tenemos otro caso también y este es el momento dónde se les vuelve a cuestionar, y a pesar de ese incidente de hace años no hemos hecho la tarea completa y es una responsabilidad de todos”.
La titular del TUJPA mencionó que al tener ya dos antecedentes de este tipo en el estado es necesario actuar como sociedad y como autoridades para que esto no se repita, particularmente en zonas con incidencia alta.
“Nuestra Ley del Sistema Penal para Adolescentes establece una serie de acciones que debemos realizar padres de familia, comunidad, organizaciones civiles y todas las autoridades como un deber de Estado para generar acciones de prevención del delito en todos los niveles”.
Por el momento, Maximiliano “N” permanecerá en internamiento preventiva como medida cautelar, acusado de varios delitos, como delitos contra la salud, homicidio culposo y posesión de vehículo de procedencia ilícita.