IRAPUATO. Para la comunidad estudiantil de la División de Ciencias de la Vida de la Universidad de Guanajuato, la presencia de la Guardia Nacional (GN) en El Copal, Irapuato, ha dejado de representar seguridad luego del asesinato de uno de sus compañeros a manos de un elemento de esa corporación la tarde del miércoles.
“Hoy sabemos que la Guardia Nacional mata, hoy ya no nos sentimos seguros con su presencia”, fue la consigna que las y los estudiantes de la División de Ciencias de la Vida estamparon en un documento para exigir justicia por el asesinato de Ángel Yael Rangel, alumno del cuarto semestre de la carrera en Agronomía.
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La comunidad de El Copal, ubicada en la zona norte de Irapuato justo en donde cruzan las carreteras León-Salamanca y la Silao-Irapuato, era una zona donde se presentaban asaltos y agresiones en contra de estudiantes, además de robo de combustible, hasta que en 2019 llegó a la zona la Guardia Nacional como parte de la estrategia federal contra el huachicoleo a los ductos de Pemex.
Incluso, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró el cuartel de la GN en julio de 2020, sin embargo, los robos a estudiantes no cesaron y para muchos su llegada no representó cambio alguno en la incidencia delictiva, pero para otros era mejor contar con uniformados que no tener nada en la comunidad.
A pesar de la presencia de la Guardia Nacional, Irapuato fue la ciudad de Guanajuato con más tomas clandestinas hasta diciembre de 2021, de acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional.
En esa zona se encuentra La Barda, una finca a la que solían asistir estudiantes para convivir tras salir de clases, y desde donde salieron Ángel Yael y sus amigos antes de que les disparara un elemento de la Guardia.
Por su parte, la Guardia Nacional explicó que sus elementos realizaban un operativo en la zona de ductos de hidrocarburo en El Copal.
Indicaron que la patrulla de la GN avistó a dos camionetas estacionadas en un camino de terracería junto a La Barda y al acercarse a ellas, una de las camionetas aceleró, lo cual alarmó a los uniformados, quienes los siguieron.
La persecución se extendió hasta las calles pavimentadas de la comunidad y cerca de la zona conocida como el “casco” de la Exhacienda de El Copal, la Guardia Nacional les dio alcance y un elemento bajó de una de las patrullas, sacó su arma de cargo y les disparó.
El fiscal estatal Carlos Zamarripa Aguirre dijo que el caso será turnado a la Fiscalía General de la República por tratarse de un servidor público federal.