Por primera vez, un oso llegó hasta la zona urbana, alejada de bosques y cerros, deambulando entre avenidas congestionadas de vehículos, hasta que fue rescatado por las autoridades en Monterrey, Nuevo León.
El oso recorrió calles y avenidas del fraccionamiento Buenos Aires, así como de las colonia Paraíso y Española en una inusual visita para los vecinos y transeúntes.
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Por su parte, personal de Parques y Vida Silvestre le aplicó un sedante para poder atraparlo, pero al tardar el efecto, todavía corrió unos 800 metros e incluso, subió a un árbol del cual se resistía a bajar.
Unos 15 minutos después, el oso finalmente cayó del árbol sobre un red que habían colocado los rescatistas, quienes lo llevaron para revisarlo, atenderlo y dejarlo en su hábitat natural.
Es inusual que los osos bajen a este punto de la ciudad, a lugares muy céntricos y habitados, pues generalmente son vistos en sectores más cerca de las montañas y solamente alcanzan un par de calles.
En esta ocasión, el animal avanzó varios kilómetros pues el Cerro de la Silla es el más cercano del área en que fue visto y se ubica a poco más de 5 kilómetros.
Previo al avistamiento, a unos 4 kilómetros, en la Colonia Contry Sol, en Guadalupe, se recibió un reporte de un oso que se encontraba arriba de un árbol, pero los rescatistas creen que que se trató del mismo animal.
Desde hace más de una década los osos han bajado a áreas habitacionales vecinas a cerros, donde deambulan en busca de comida.
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Anualmente se reportan al menos una docena de avistamientos, y algunos han entrado no sólo a jardines, sino también a cocinas y hasta salas de enormes residencias en zonas boscosas.
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